Dice la leyenda que existe una piedra mágica en las praderas de occidente que es capaz de absorber parte del arcoíris y las fragancias de todo tipo de flores después de la refrescante lluvia de verano. Con el tiempo, la piedra va adquiriendo poderes y cuando es tocada suavemente libera partículas de colores y aromas de pétalos.

Si estás buscando que tu empresa se conecte con los consumidores desde un lugar que vaya más allá de los productos y servicios que ofreces, no debes dudar en comenzar a hacer marketing sensorial y emocional. El primero consiste en estrategias y acciones que despierten los sentidos, y para ello existen múltiples mecanismos: Imágenes sugestivas, música llamativa, oportunidades de tocar y degustar un producto, así como incluir en tu establecimiento un difusor aromático. Por otro lado, el marketing emocional apela a crear experiencias que lleven a las personas a sentirse de determinada manera, a un estado...

Es cierto que muchas veces el precio es el aspecto que más evaluamos a la hora de comprar, queremos adquirir productos económicos y así beneficiar nuestra economía, pero a la hora de un aroma, como lo mencionábamos al inicio del artículo, la calidad es primordial para garantizar una excelente difusión, prolongación en el tiempo y no afectar nuestro estado de salud.